domingo, 16 de marzo de 2008

Jeremy, pt 2

Cuando estoy muy estresado o muy enojado pongo la canción y me pongo a tocar mi bajo. Cuando estoy super enojado, me pongo a gritarla con mi guitarra y sin fondo musical. Ha sido mi canción por 15 años quizás. A veces pienso que refleja mucho de mis propias tendencias suicidas y de necesidad enfermiza de causar impacto en la gente mediante entidades de hechura o pensamiento no tradicionalmente buenas o correctas.

Lo que ciertamente me atrapa es el hecho de que, después del monumental éxito del video para la cultura MTV, el grupo terminantemente decidiera que no volverían a hacer videos para sus canciones. Y eso que el video original fue cortado en la escena en la que el escuincle se pone la pistola en la boca y se dispara, de tal manera que parece que los adolescentes del final del video están empapados de su propia sangre en vez de la de la cabeza de él.

Creo que mi sueño guajiro de asesinar a todos los miembros de mi familia junto con todos los escuincles y maestros de la primaria del Cervantes y de la federal en la que mi fucking padre me inscribió en tercer grado se fue diluyendo entre notas de bajo eléctrico y versiones cantadas en los bares. Recuerdo que yo me ofrecí a cantar la canción en uno de mis primeros grupos de antro. Me salía con una furia bárbara y me ponía como loco. Mucha gente me preguntaba si me había fumado un churro antes de empezar a tocar. Yo les contestaba lo que Salvador Dalí: "I don't need drugs. I am drugs."



La canción empieza con un riff impreciso acompañado de armónicos de la guitarra. Sabes, sin querer, que será violenta. Sabes que tarde o temprano te dará más de lo que el suspenso de sus notas iniciales te deja entrever. Todo en LA -mi nota favorita- sin mayor o menor, pero con séptima. Ya sabes: de esos tonos raros que te dejan con el misterio. Un in-crescendo de un compás y el verso que no es verso comenzando con el ritmo que no es otra cosa que un desesperado ir y venir de tonos séptimos y completos que más bien parecen llevarte a lo inevitable irremediablemente. Y el Eddie Vedder (se me olvidó el San) que como que canta y como que no canta, como que rima y no rima, como que habla pero no habla para contarte la historia que de por sí está toda loca: en casa, dibujando cimas de montes con él en la cima, un sol verde limén (así: con "é"), sus brazos levantados en "v" y una piscina de marrón debajo. Y ya sabes que esto va a acabar mal...

Luego se grita "Daddy didn't give attention" al hecho de que a mamá no le importaba. Y entonces queda afirmada la realidad "King Jeremy, the wicked, ruled his world".

El coro repetitivo no es otra cosa que algo que no nos interesa: Jeremy habló en clase hoy, Jeremy habló en clase hoy. Lo que importa no es lo que dijo, lo que le da todo su poder es el hecho de que el niño hablase. Jeremy habló en clase hoy. Y el tono es menor durante toda la frase (menor violento, de miedo, como son los tonos menores) hasta que se acaba cada vez con el "today" y el tono se hace mayor. Podría ser un mayor feliz (como son los tonos mayores), pero no lo es. Porque si hay algo que asusta en este mundo es un niño con conductas extrañas, especialmente si se es el niño que se sienta junto a él. Jeremy habló en clase hoy...

La continuación de la historia es el desenjaulamiento del niño, la desaparición del tullido bucal, el desmembramiento de su hermetismo. León liberado. Le mordió los pechos a la prefecta. ¿Cómo olvidarlo? Nos golpeaba, nos maltrataba. Pero esto es tan sólo lo que los niños dicen como en chismes, como en recuerdos de sueños mal remembrados.

Y otra vez el grito: "Daddy didn't give affection" y el muchacho era algo que la madre jamás llevaría consigo. Y otra vez nos lo taladran para que se nos quede en la cabeza: "King Jeremy, the wicked, ruled his world". ¡Habló en clase! ¡Jeremy habló en clase!

Y luego todo ha dejado de crecer, si es que crecía. Nunca hubo un in-crescendo. Sólo al principio, desde la introducción de la canción hasta el principio del verso sin verso. La canción está simplemente enloquecida para estas alturas. Toda abstracta. Bizarra. Poluta. Incomprensible. Uno está como maniatado, pero la verdad es que no se puede ser más libre que cuando la canción está por convertirse en un verdadero pandemonio. Nadie lo puede detener ya. La voz grita, se tambalea, los instrumentos retruecan, se retuercen, rimbomban, pero no cesan, no dan respiro, todo se aglomera, no para darnos a entender algo, sino para que perdamos conciencia de que ya es demasiado. Quisieras que todo terminara, pero eso no te corresponde a ti decidir.

El final hace tumulto. Es como un paro en seco, pero con eco. De repente todo acaba, pero la acuática guitarra te sigue ahogando, te sigue atrapando con su caída triunfal hacia la nada, hacia la muerte misma, hacia el último estertor.

Uno, que sólo escucha -o toca o canta-, está sudando. Está demudado. Está respirando pesadamente como despertando de una pesadilla que no acabó de terminar, pero que no ha cesado de afectar.

Sonrío por el desestrés...

domingo, 27 de enero de 2008

Jeremy, pt I


Qué increíble sensación otra vez. Bendito youtube. No había yo visto la versión completa del video de esta canción.

Originalmente (lo acabo de consultar en superbendita wikipedia) el video no mostraba al escuincle poniéndose la pistola en la boca, por consiguiente cuando se veía la siguiente escena de niños sorprendidos y ensangrentados, yo pensaba que el escuincle había matado a sus compañeros... ¡Pero no! Resulta que el wey sacó la pistola, se la metió a la boca después de aventarle a la maestra su manzana para que no reaccionara y ¡mócales! que se pega un tiro el estúpido escuincle. Los alumnos estaban escurridos de salpicaduras de la sangre de la cabeza del Jeremy mentado...

Caracoles...

Y yo que iba a platicar sobre la marca generacional que la canción me ha dejado grabada para siempre y de plano ya el video sin censura me quitó la inspiración. Estoy todo anonadado.

En fin... Luego vengo a terminar de explicar lo que esta canción significa. Dejo una petición de favor: ¿alguien sabe cómo pegar un video de youtube en mis posts de aquí del blogspot? Se los agradecería mucho y le daría un poco más de sensación de propósito cumplido a cada entrada. ¿Les encargo? Gracias...

miércoles, 2 de enero de 2008

Nuestra fe

El material de Soda Stereo que menos gustó en mi país fue Dynamo, a mi gusto el mejor de todos los discos del grupo. Un disco que en su producción ecléctica y asincrónica se transforma en una colección de atemporales instantes.


Recuerdo que lo compré sin pensar y sin siquiera haber escuchado cuando menos algún sencillo, para lo cual de todos modos no había la más mínima posibilidad debido a mi necia reticencia a escuchar la radio. De ahí que mi primera sorpresa viniera no con el sonido del álbum sino con el arte de la carátula del mismo. Ya la carátula insulsa del disco anterior me había dejado con un mal sabor de boca debido a su falta de detalles, y ahora ésta era todo lo contrario: Estaba doblada en 10 caras escritas con los créditos, doce letras de canciones y fotografías indeciblemente ricas y a la vez carentes de significado. Zeta Bosio estaba pelón y rodeado de tijeras para cortar papel, Cerati era todo un corazón con su fondo rojo y rodeado de estrellas, y Charly Alberti estaba inmisericordemente circundado por balones de soccer, basketball y etcétera. Todo el arte gráfico simplemente parecía un largo etcétera...

Confieso: el disco me entró a base de escuchadas forzosas. Mi primera impresión fue de total y absoluto desagrado. Creo, incluso, que después de la primera o segunda escuchada, lo dejé olvidado por algunas semanas. Después, lo volví a escuchar y le fui agarrando un gusto muy particular. Tenía un sonido demasiado denso, excesivamente indigerible y definitivamente sobrado, sin embargo, pronto me di cuenta de que esa era la intención. Todo el disco era un experimento, un largo etcétera para el cual la carátula era sólo una mera introducción. Canciones sin forma y sin estructura en apariencia, aunque obviamente planeadas, llevadas y guiadas hacia la atmósfera que al final crean.

"Nuestra fe" es la canción más larga, quizás hasta la más inconsecuente para el escucha ordinario. Para mí, un logro de la mente y del corazón en dinámica armónica. El bajo aburridamente igual durante toda la introducción, primer y segundo versos y coros, siempre en el mismo tono, siempre en la misma figura. La armonía la producen los sintetizadores que comienzan siempre con una escala que en apariencia terminará en menor pero engaña para caer en un tono que te lleva volando. Un sonido como robótico que no redunda en nada y que no concluye la armonía, simplemente te deja ahí, con ese sentimiento de que algo falta. Y de repente, comienza Cerati a cantar con la más sensual de sus voces "bajo esta piel que estoy mudando, encendí un amanecer que no para de crecer". Maldita canción, parece que hacía muchísimo calor cuando la estaban escribiendo y justamente sigue así "y con el sol de abril y sin saber por qué estoy sudando en nuestra fe... que no para de crecer". Encima de todo, el bajo sigue igual y todo parece tan tedioso, pero el calor no para porque la armonía va relamiendo un in-crescendo "que no para de crecer". Acaba el primer o segundo verso-coro y la guitarra entra furiosa sobre el fondo interminablemente monótono del bajo y su figurita inmersa en líquidos corporales. Hasta que Cerati confiesa en silencio: "tengo aquí el cristal en mis manos, ya soy todo un corazón que no para de crecer". Y justo ahí -justo ahí- la armonía cambia al fin con los tonos del bajo que sigue en la misma figura pero llevándonos por otra gama, y con el solo de guitarra que está siendo acompañado por la voz en murmullos que más parecen gemidos controlados. Suenan árabes, pero no lo son, más bien son como latinos entrelazados. Y de repente... silencio... La armonía se calla, todo se engancha para dar pie a una especie de solo inocuo de guitarra flamenca sin flamenco y sin arpegio, como requinto pero mejor que eso y una perdida trompeta setentera. Hasta que al fin llega la conclusión de dos minutos que no dice otra cosa que lo mismo "que no para de crecer, que no para de crecer, el poder de nuestra fe...", y al final todo queda en nada, todo el increscendo que se había formado vuelve al lugar de donde había venido, las percusiones incansables y el bajo monótono de antes y después del orgasmo. Si esto no es amor sexual, yo no sé lo que es...

Nuestra Fe (click aquí)
Soda Stereo


Bajo esta piel
Que estoy mudando
Encendi un amanecer
Que no para de crecer
Que no para de crecer

Con el sol de Abril
Y sin saber por que
Estoy sudando en nuestra fe
Que no para de crecer
Que no para de crecer

Tengo aqui el cristal
En mis manos
Ya soy todo un corazon
Que no para de crecer
Que no para de crecer

domingo, 21 de octubre de 2007

Crazy

Hay mil canciones que se llaman así... Bueno... no tantas...

La primera vez que la escuché fue cuando le robé un cassette (así es: un KCT) a mi tío Sergio. Era un caset MAXEL de esos verdes horrible de noventa minutos. Tenía varias canciones, pero acabé borrándolas todas, excepto la primera: CRAZY de SEAL. Nunca antes lo había escuchado, pero sabía que existía porque, como en ese entonces no había mix-up ni music-&-more o cosas por el estilo en mi mísero pueblo, siempre veía el mismo disco en los estantes de la soriana. Nadie lo compraba. Siempre me hacía preguntarme por qué la persona encargada de la "programación" de venta de discos había decidido darle su oportunidad. Era un disco blanco con un hombre todo negro en posición como de kamasutra pero sin mujer, todo contorsionado, pero sin razón. Lo extraño es que en realidad creo que ese ni siquiera era el disco de la susodicha canción. Tengo la impresión de que el disco donde Crazy venía era uno más viejo. Uno todavía más ochentero casi con estilo de gabardinas largas y desgarradas. Me impresionaría mucho confirmarlo, porque la música es definitivamente demasiado fulgurante y avanzada para semejante tipo de diseño de imagen.

Me encantaba escuchar la canción. Como que me atrapaba y me envolvía. Por ese entonces mi inglés era bastante pobre, pero llegó un momento en que podía repetir cantando prácticamente todo. Las imágenes que esporádicas palabras traían a mi mente me hacían temblar. El hecho de que un hombre quisiera dispararle a otro y después uno se enterara de que estuvieron juntos en la escuela me traspasaba la imaginación sobremanera. Me acababa de seducir totalmente el final del primer coro que quedaba intrínsecamente conectado con las segundas voces del segundo verso, de tal manera que parecían formar un in crescendo que no te dejaba distinguir las secciones de la canción. Por eso el resultado era tan sutilmente abrazador y abrasante para cuando llegaba el grito de reclamo: "In a world full of people, only some want to fly: isn't that crazy?"

La canción y el caset mentado marcaron una etapa más ecléctica de mi formación musical. Recuerdo que borré todas las canciones que le seguían que, para el gusto de mi tío Sergio, eran ideales pero para mí eran aburridísimas y grabé un disco de éxitos de Tears for Fears que igualmente hambientalizaba mi cuarto con sintetizadores y arreglos que transformaban mis paredes en huecos redondos y acolchados cuando cerraba los ojos.

Mucho tiempo después, cuando nuevamente me volvió a ganar el gusto por el "rock" (no se engañen: semejante cosa dejó de existir por allá de 1984 o quizás antes), el caset se me perdió y jamás volví a escuchar o pensar en la canción hasta que, bendita sea su alma sagitariana, Alanis Morissette me confirmó su grandeza y su buen gusto haciendo el cover. Para entonces, el tener un disco o una canción era ya sólo cuestión de recordar su nombre para bajarla al disco duro de la compu.

Lo increíble es que, a pesar de ser casi tecno, ésta es de las canciones que más me gusta tocar con mi bajo. Me encierro y la pongo a todo volumen para subirle a mi ampli y darle a rajamadres. Ya sabrán que me vuelvo loco con el in crescendo eterno de la canción. Y, a pesar de que la armonía la hacen los sintetizadores y el bajo está TODA la canción apoyando en un solo tono, me vale un carajo y yo toco todos los tonos como si parte de mi alma estuviera enjaulada en mis cuerdas, por momentos, olvidándome del matiz. Neta que pinche canción, me vuelve loco... Y me hace volar...



SEAL "Crazy"
In a church by the face
He talks about the people going under
Only child know
A man decides after seventy years
That what he goes there for
Is to unlock the door
While those around him criticize and sleep
And through a fractal on that breaking wall
I see you my friend and touch your face again
Miracles will happen as we trip
But we're never gonna survive unless
We get a little crazy
No we're never gonna survive unless
We are a littleCray cray crazy
Crazy are the people walking through my head
One of them's got a gun to shoot the other one
And yet together they were friends at school
Get it, get it, get it, yeah!
If all were there when we first took the pill
Then maybe then maybe then maybe then maybe
Miracles will happen as we speak
But we're never gonna survive unless
We get a little crazy
No we're never gonna survive unless
We are a littleCrazy
No no we'll never survive unless we get a little bit
A man decides to go along after seventy years
Oh darlin
In a sky full of people only some want to fly
Isn't that crazy
In a world full of people only some want to fly
Isn't that crazyCrazy
In a heaven of people there's only some want to fly
Ain't that crazy